El comienzo de noviembre siempre es celebrado con una hora más de sueño, gracias al cambio de hora. Pero, a veces, el hecho de cambiar la hora, junto a disponer de una hora menos de luz al día, puede generar problemas a la hora de conciliar el sueño, al alterar el ritmo circadiano natural del cuerpo.
Es interesante, en primer lugar, cuidar lo que los expertos llaman la «higiene del sueño». Esta consiste en establecer una rutina que permita ir «avisando» al cuerpo de que es la hora de descansar al final de la jornada. Además de mantenernos activos durante el día para llegar a la noche cansados, nos puede ayudar, por ejemplo, apagar los dispositivos móviles durante la hora previa a dormir, leer un libro, escuchar música tranquila o incluso darnos un baño relajante. Todo dependerá de las circunstancias de cada uno, pero, si se nos complica esta situación y dura más de lo normal, lo mejor será acudir a un profesional médico que nos proporcione la ayuda que necesitamos.