Cuidar de nuestra salud ocular es una parte igual de importante que el cuidado general de nuestra salud. Al igual que nos hacemos revisiones dentales anuales, o revisiones médicas anuales a nivel general, es también fundamental apostar por la prevención y cuidar de la vista desde la infancia, como uno de los sentidos más importantes para disfrutar de una buena calidad de vida. De hecho, los problemas de visión son cada vez más comunes. Los datos actuales acerca de la miopía en España, arrojados por la Clínica Baviera, indican que esta condición es cada vez más frecuente y va en aumento: ya son 6 de cada 10 jóvenes de entre 18 y 24 años los que la padecen.

Cuando se nos devuelve un diagnóstico tras una revisión, ya sea de miopía, hipermetropía, astigmatismo (o algunos de ellos combinados), sabemos que es la hora de invertir en unas gafas o bien unas buenas lentillas. En ocasiones, esto puede suponer un gasto importante. Además del desembolso inicial, en el caso de las gafas, su uso continuado y, a veces, los descuidos, pueden hacer que las monturas sufran daños o que los cristales se rayen o rompan. O bien, que se nos aumenten las dioptrías y necesitemos otro par de gafas o lentillas. Actualmente, muchos seguros de salud contemplan coberturas de salud ocular, pero orientadas a la realización de pruebas, tratamientos y algunas cirugías. En el caso anterior, dicho seguro no cubriría dichos gastos, así como las cirugías refractivas que corrigen estas condiciones), al ser voluntarias. Sin embargo, algunas compañías sí pueden ofrecer algunos descuentos para dichas intervenciones. Por ello, lo mejor que podremos hacer será consultar antes con nuestro profesional de confianza. ¡Y a cuidar de nuestra vista!