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Ordenadores portátiles a prueba de riesgos
No hay duda de que poseer un ordenador portátil es, hoy en día, algo prácticamente indispensable: ya si no es para disfrutar de un tiempo de ocio, lo es para poder estudiar o trabajar. La pandemia, además, supuso un impulso a un proceso de digitalización cada vez más protagonista en todos los ámbitos, especialmente en el laboral. ¿Sabías que las ventas de ordenadores portátiles se dispararon un 14% con la llegada del confinamiento y el teletrabajo? Por esta razón, no es de extrañar que los riesgos asociados al uso de estos dispositivos hayan aumentado también. Cualquier daño por caídas, golpes o derrame de líquidos, hurtos, robos… pueden causar desde la pérdida de cualquier posesión personal importante que alberguemos allí, de nuestra labor realizada durante meses o, incluso y, en el peor de los casos, de nuestro único medio para trabajar.
Ahí es donde entra el papel del seguro, nuestro mayor aliado en este tipo de circunstancias. En cualquier caso, el seguro que contratemos deberá depender de nuestra situación y características particulares, ya que puede que nos decantemos por una póliza o por otra en función de nuestras necesidades específicas. Podría ser, por ejemplo, que nuestro seguro de hogar nos cubra éstos riesgos de manera suficiente, o bien necesitemos una protección algo más amplia y, por tanto, acudamos a una póliza específica (dentro de las cuales las garantías también pueden variar, claro está). Por ello, antes de nada, debemos contar con toda la información necesaria, para lo que podemos, sin duda, acudir a un profesional en la materia.
Nuestro corredor de seguros de confianza podrá darnos el asesoramiento que necesitamos en este caso y, de esta manera, podremos contratar la póliza que mejor nos vaya a proteger para, así, vivir -y trabajar- con la mayor de las tranquilidades.