Llega el mes de diciembre y, por tanto, la época del frío que no da tregua. Si montamos en moto, ya sea como medio habitual de transporte o bien de manera esporádica, quizá se vuelva algo menos atractivo. En efecto, las temperaturas y el clima invernal aumentan los riesgos a los que se enfrentan motoristas y moteros, pero podemos ponerles remedio siguiendo algunos consejos para que la práctica sea lo más segura posible.
Por supuesto, siempre es imprescindible revisar y mantener adecuadamente los elementos que componen la moto, pero más cuando llega el invierno. Es decir, el estado, la presión, el sistema eléctrico, la batería, el líquido refrigerante o la temperatura de los neumáticos, ya que es normal que con el frío le cueste más llegar a su nivel óptimo. No menos importante es llevar la vestimenta adecuada. Claro está que en invierno es necesario llevar ropa térmica para protegernos del frío e impermeable para las inclemencias meteorológicas, pero, sobre todo, es importante que maximice nuestra visibilidad (por ejemplo, que lleve zonas reflectantes), ya que las condiciones de visibilidad empeoran y hay menos horas de luz. Por ello también es más importante que nunca seguir a rajatabla las normas de conducción y aumentar nuestra atención.
No obstante, la verdad es que siempre existirá la necesidad de garantizar seguridad y protección ante la posibilidad de un accidente. Además del necesario -y obligatorioSeguro de Responsabilidad Civil por daños a Terceros, puedes contar con tu corredor de seguros de confianza te puede guiar y asesorar con soluciones específicas y personalizadas, como cobertura de accidentes del conductor ampliada, indemnización por daños a casco, guantes y ropa motera, asistencia en carretera por grúas especializadas, incluso apps de rescate y asistencia por geolocalización.