Todos los otoños están marcados por la bajada de las temperaturas y las lluvias, pero este año la gota fría ha tenido consecuencias devastadoras en numerosas Comunidades Autónomas e incluso ha habido que lamentar pérdidas mortales.
En Orihuela, Alicante, cayeron en un solo día más de 200 litros por metro cuadrado y las precipitaciones y las inundaciones provocaron el cierre de más de 80 carreteras en varias provincias del Levante y Andalucía.
Afortunadamente, en España tenemos el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), un organismo especial y único en el mundo, que ofrece cobertura a través de las pólizas que contratamos y brinda cierta tranquilidad ante un contratiempo de esta magnitud.
ESTIMACIÓN DE PÉRDIDAS
Según sus propios datos, los daños que ha dejado esta gota fría, la peor en 140 años, ascienden a 200 millones de Euros y se estima entre 27.000 y 30.000 el número de asegurados afectados.
Por su parte, Asaja calcula que las tormentas han arruinado más de 300.000 hectáreas de cultivos. Las hortalizas, olivares, cítricos y viñedos han sido los cultivos más afectados.
No se puede saber con antelación la virulencia con la que va a descargar una gota fría o cualquier otra catástrofe natural, pero sí podemos tener un seguro a todo riesgo que nos ayude a la hora de reparar los destrozos causados por la furia de los elementos.
Estos seguros pueden cubrir los daños infringidos en vehículos estacionados en el exterior (techos abollados, lunas rotas o desperfectos en el motor) o los deterioros ocurridos en viviendas y propiedades, como cristales rotos, antenas parabólicas caídas, desperfectos ocasionados por el agua en electrodomésticos y muebles, etc.
Tampoco podemos olvidarnos de los animales de granja afectados o los cultivos estropeados como consecuencia de las tormentas, las inundaciones o el granizo.
Cuanto más amplio sea el seguro que hemos contratado, más quebraderos de cabeza podremos evitar, y para eso lo mejor es recurrir siempre a tu corredor de confianza.