Fraudes bancarios al alza...

…cómo actúan los estafadores y qué puedes hacer para recuperar tu dinero imprevistos

Cada vez es más común que los ciberdelincuentes consigan robar nuestros datos bancarios y nuestro dinero, gracias a técnicas que se vuelven más avanzadas con el tiempo.

Pueden usar distintos métodos para hacerlo, como:

  • Phishing, que consiste en hacerse pasar por una entidad, como tu banco, a través de correos o mensajes de texto que llevan enlaces donde te piden tus claves o datos personales.
  • Vishing, es decir, llamadas de teléfono donde intentan engañarte.
  • Malware, programas maliciosos que se instalan en tu dispositivo.
  • Apps populares como WhatsApp, donde también pueden colarse estafas.

Según el Real Decreto 19/2018  los bancos deben devolverte el dinero robado, excepto si ellos pueden demostrar que tú fuiste muy negligente (por ejemplo, si diste tus claves sin comprobar nada).

Además, los bancos están obligados a tener sistemas de seguridad fuertes, como la doble verificación, para evitar este tipo de fraudes.

Esto convierte la responsabilidad del banco en casi automática:

“El Tribunal Supremo ha dejado claro que, si se trata de una estafa (un delito penal), no se puede decir que el cliente fue gravemente negligente. Así que el banco no puede usar eso como excusa para no pagar”.

Si has sido víctima de un fraude, lo primero que tienes que hacer es poner una denuncia. Luego, reclama ante el servicio de atención al cliente del banco, pidiendo que te devuelvan el dinero robado y adjuntando la denuncia.

Si el banco no te da una solución, puedes recurrir al Banco de España, aunque su decisión no es obligatoria para el banco. Otra opción es ir directamente al juzgado, donde tienes más posibilidades de éxito, ya que muchos bancos intentan escurrir el bulto diciendo que fue el cliente quien autorizó el pago o que cometió un error.

Para evitar llegar a este punto, sé prudente y desconfía:

  • Si te llega un correo raro, mejor no lo abras.
  • No hagas clic en enlaces dudosos.
  • Y si alguien te llama pidiéndote datos, cuelga.

Los bancos no piden información personal por teléfono o email, así que no la des sin estar completamente seguro.

¿Has tenido alguna experiencia viajando que te haya hecho aprender una lección importante?