Si hay algo que ha aumentado notablemente durante el confinamiento son las ventas de productos online y, por consiguiente, el número de envíos y paquetes que llegan a nuestras casas. De hecho, este año Santa Claus y los Reyes Magos han decidido enviar muchos de los regalos de Navidad a través de empresas de mensajería. Ellos también tienen que adaptarse a los nuevos tiempos.
Para que esos paquetes lleguen en perfectas condiciones, lo mejor es que cuenten con un buen seguro que proteja las mercancías delicadas o de alto valor económico. Es cierto que existe un seguro estándar obligatorio, que protege la mercancía en caso de pérdidas, robos o daños, pero se rige por unas tasas de garantía establecidas que no suelen tener en cuenta el valor de los objetos o sus características particulares, sino tan sólo su peso. De hecho, Correos ofrece una indemnización máxima de 15€ por kilo, hasta un tope de 500€ por envío, lo que en el caso de objetos frágiles o de gran valor sentimental no es demasiado.