La astenia es una sensación subjetiva de decaimiento, apatía, incluso irritabilidad e insomnio, que puede darse como respuesta de nuestro organismo a los cambios de luz, temperatura, humedad, cambios horarios…
Podemos sentirla con la llegada de la primavera, pero también en otras estaciones o tras un sobreesfuerzo físico o intelectual. Los expertos insisten en que no es una enfermedad, sino un trastorno leve y transitorio (dura entre una y tres semanas), comparable al síndrome postvacacional, que no requiere de consulta médica. Para superar estas sensaciones, de la mejor forma posible, basta con seguir estos cinco consejos:
1. Llevar una dieta mediterránea (con abundancia de legumbres, frutas y verduras y repartida en varias tomas) e hidratación adecuada.
2. Seguir rutinas horarias (misma hora para comer, levantarse…)
3. Realizar pausas durante el día para descansar, y dormir suficientemente.
4. Ejercicio moderado.
5. Disfrutar tiempo al aire libre.
Igualmente, los médicos no creen necesaria la toma de complejos vitamínicos y reconstituyentes (salvo por prescripción médica), que podría no estar exenta de riesgos en algunos casos. Si los síntomas se prolongan en el tiempo o son muy intensos, entonces sí es conveniente consultar con el médico para descartar que pudiera tratarse de alguna enfermedad física o psíquica y recibir tratamiento adecuado.